El el Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona comunican el éxito del primer transplante total de cara del mundo... Un día entero de quirófano, treinta especialistas de cirugía y un desafío jamás visto en un trasplante, al incluir todos los huesos de la cara.
Pero éste equipo de especialistas, pese al triunfo obtenido y su gran profesionalidad se han echado para atrás ante otro reto que se les ha presentado y que después de estudiar en profundidad han considerado está fuera de su alcance por la dificultad, la casi imposibilidad de poder lograrlo: cambiar la cara al mamonazo del Gobierno que ofreció 1.000 € a todo pichichi que cambiara de coche... callándose sibilinamente que luego en la Declaración de la Renta tendrían que pagar 240 €... Hoy te doy y mañana te quito... Me recuerda aquella canción de "Alirondo alirondo alirondo, el sombrero me lo quito y me lo pongo..."
Ésto es como los casinos: la casa nunca pierde, ¡¡hagan juego señores!!... Sonreid y perded que en los casinos políticos solo pueden existir tres ganadores: la Banca, la Iglesia y los mismos políticastros que de una forma ú otra acaban llenandose los bolsillos... y los demás a perder, a ser engañados, a ser puteados hasta límites insospechados.
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no se como sera en el resto del estado,pero aqui ayer,dijeron que no se iba ha tener que pagar nada,que el problema estaba arreglado.
ResponderEliminareso te lo hacen los de derechas y dices bueno es normal.
pero que lo hagan los de izquierdas tiene webs.
El trasplante de cara me lo van a tener que hacer a mí, que de tanto darle anoche a la zarzaparrilla y a los jabalíes, ni el druida Panorámix con su poción mágica soluciona lo que el paracetamol no ha hecho ya. Gallito de noche: gallinita de día, o mejor, como dice mi Paqui: Noches de desenfreno... mañanitas de ibuprofeno.
ResponderEliminarTxete, Euskadi es Euskadi y punto final... Y al Francisco Lopez alias "Patxi" (que queda así como más vasco)no le interesa que la gente se le revuelva.
ResponderEliminarRafa, efectiviwonder anoche nos pasamos un pelín y por la mañana se notaba un cierto desequilibrio en las meninges que iban por libre, a su bola, en un glorioso dúo con un tam-tam interno cuyos ecos resonaban en un estómago agotado por sus esfuerzos de digerir tantos néctares deliciosos que ampliamente superaron su capacidad de absorción... Habrá que repetirlo...