miércoles, 2 de junio de 2010

MIS DESVENTURAS, PADECIMIENTOS Y PERDIDAS...

Ayer nuevamente me sodomizaron con un aparato diabólico que encima soltaba bocados y se quedaba con trozos de mi próstata... Tantos y tantos años huyendo de los médicos y de las medicinas y ésta vez me han pillado bien y quizás como venganza quieren recuperar el tiempo perdido haciendome de todo, pero sobre todo en mi culo...

Os cuento... Me llamaron y entré en una habitación llena de aparatos en la que estaban dos mujeres con bata verde; una de ellas ya directamente me dijo que me quitara los pantalones y los calzoncillos, sin mas preliminares, un aqui te pillo aqui te mato... como un ligue pero el chungo... Me dió un trapito para taparme el pirindulin que de acojonado que estaba ni se veía, me llevó a un sillon con un reposapatas como los de las parturientas... y allí quedé ofreciendo mis intimidades mas profundas para su sádico deleite.

Exhibió con una sonrisa sardónica un gigantesco consolador que muchas viudas quisieran para si, mientras su otra mano blandía una jeringuilla con una aguja larguiiiiiisima y me dijo que me iba a inyectar un anestésico ¡¡drogas y sexo!! ¡¡semicolocón y sodomía!! ¿Se puede pedir mas?

Note como me iba penetrando cual cura a un monaguillo... mas adentro, mas, mas... Mi pòlla queria volver a su mas tierna infancia, ya que se empeñaba en meterse en los huevos... y de pronto un picotazo feroz que me hizo sudar aún un poco mas... y me dijo que ahora a esperar a que hiciera efecto.

A todo esto, mi mujer había pasado con su hermana que es enfermera y alli estaban las cuatro de charla, jiji, jaja, y yo sentado con todo al aire y el gigantesco consolador clavado en mi culo, sintiendome como el trofeo de una cacería en exhibición para deleite y descojono de las susodichas...

Volvió mi torturadora... Un artilugio metálico acerado brillaba en su mano y me avisó que iba a empezar la carnicería. Le rogué que tuviera cuidado con el punto G, que ya tanto meterme cosas por el culo le iba cogiendo gusto y no fuera que me lo estirpara y al final quedase como africana a la que le han hecho la ablación del clítoris pero nada, empezaron los clicks y mas clicks... y cuando sono el doceavo me dijo que ya habíamos terminado, que si estaba mareado, que me podía vestir...

Me dió una gasa enorme para el chirindulín y otra para el patio trasero, que nada mas ponerme se tiñeron de una sangre roja (es mentira que los aristócratas tengamos la sangre azul)... Mi camisa estaba empapada de sudor, mi frente manaba gotas y mas gotas mientras me ayudaban a vestirme...

A tomar un café, un pastel y para casa, a sufrir una vez mas las sádicas prácticas médicas... y a prepararme para mañana en que un bisturí hará virguerías por mi espalda...

¿Comprendeis porqué tantos años he evitado que me vean los médicos? Colonoscopias, tactos rectales, biopsias... ¡¡todo es dar por el culo!!

3 comentarios:

  1. amigo no sabes como te entiendo,a mi no me sodomizaron,pero me sentaron en una butaca igual y me metieron una camara,con gran angular ,bateria ,operador y todos los tecnicos por el pitilin,si si plitilin que no era ni pito de lo acojonado que estaba,lo bueno que tenemos es que ya no nos pueden hacer ya nada mas humillante.
    en mi caso no estaba mi mujer,pero la doctora que me lo hizo estaba de toma pan y moja,de esas mujeres ha las que uno se vuelve y mira(por si la conoces) y alli estaba yo sin poder hacer nada y sin poder fardar de atributos los cuales se habian batido en retirada.
    menos mal que somos de bilbao

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  2. Un caso verídico
    Con estas cosas hay que tener cuidado, sobre todo si estas mareado. Acepta este consejo de alguien que pasó este aprieto.
    Cuenta siempre hasta diez, acuérdate de tu nombre: que no te pase a ti lo que le ocurrió a este hombre.
    Por urgencias entró y al interior de una sala se adentró. Hasta de diez personas la misma pregunta recibió: ¿Cómo se llama usted..?
    Manolo, al momento, ¿Cómo te llamas joven? Manolo; perdona ¿me has dicho tu nombre? Sí, Manolo... Así fue, le preguntó la enfermera, la otra enfermera, la de prácticas, el médico…Parecía, por un momento, estar en el camarote de los Hermanos Marx y, me faltó decir su célebre frase de Groucho Marx: “Disculpe que no me levante”. Le colocaron ,eso sí , entre tres la luxación de codo – intervino hasta la que me haría la manicura..-.
    El médico dijo: Ve y descansa a ese pasillo. Mientras esto ocurría, llegó un celador con una radiografía en su mano, con su bata verde y tirando de una silla. El hombre sería de mediana edad, alto y con bigote, no sé qué interés podría tener esto... Se dirigió a él diciendo: ¡Venga muchacho súbete! Que nos vamos con prisa.
    En el ascensor estamos ya, cuándo le dio a la quinta. ¿Dónde vamos? Preguntó – al celador que lo llevaba-.
    - Responde: Al quirófano número 5 para operar la rodilla…Con prontitud supo decir: darle al Stop que me bajo. ¿Qué te ocurre, preguntó? Él con estas respondió: Yo no soy un melón que se abre al tajo…
    -El enfermo.¿ Por qué motivo me has recogido y montado en esta silla? Me responde con otra pregunta: ¿Pero tú no te llamas Antonio Pérez? R: Sí, ¡ a buenas horas! Buscas al secretario de Felipe II.
    - ¿Tú qué pasa? Que subes a la silla al primero que ves.
    - ¡Bueno! Es que tenía que recoger a una persona con ropa de deporte. ¡Vaya!, ¡qué pena! Ahora, te juro, que no me habría importado que me preguntaras mi nombre.

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  3. Muy logrado Manuel... Real como la vida misma...

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